Tengo una mala noticia sobre el amor y aquí está. Las personas que amas y las que te aman te van a decepcionar. Harán cosas y actuarán de maneras que desafían tu definición de amor. Parecerá inconcebible que puedan afirmar que te aman y al mismo tiempo comportarse de esta manera. Sin embargo, esta decepción es una parte esencial de tu crecimiento como ser amoroso y el primer paso hacia una cierta libertad que solo está disponible para aquellos lo suficientemente valientes como para recorrer este camino.
Todo, desde las tarjetas de felicitación hasta los memes de Facebook, nos llena de la noción de que aquellos que realmente nos aman tienen el deber de mostrarnos su comprensión, aprecio y aceptación incondicionales en todo momento. Pero, ¿alguna vez te has parado a considerar por qué querrían hacer eso? ¿Qué podría haber en que alguien más abandonara por completo su propio sistema de valores de expresión amorosa para poder aprender tediosamente a cumplir perfectamente con el nuestro? Muchos también se aferran a la noción de que hay alguien por ahí que ya está hecho a la medida para que coincida con sus preceptos de amor y todo lo que necesitan hacer es esperar pacientemente hasta que esa persona llegue a su vida. Estas creencias, aunque inspiradoras y fantasiosas, son en realidad mecanismos de defensa creados para evitar la apertura y la intimidad que eventualmente conducen a ser lastimado.
En nuestra madurez llegamos a comprender que el amor nunca fue diseñado para ser fácil. Es solo desechando nuestras fantasías infantiles de lo que creemos que debería ser el amor que comenzamos a reconocer que no es un jardín secreto de felicidad, sino que el amor es un proceso de aprendizaje. Es en el amor donde descubrimos cómo acercar a nuestro corazón a las personas tal y como son y no como nos gustaría que fueran.
El verdadero propósito del amor es crear una prueba en la que aprendamos a aceptar nuestras propias deficiencias humanas. Es en la lucha por amar a los demás que aprendemos a amarnos plena y completamente a nosotros mismos. Aquí, en el amor, se nos da la oportunidad de vernos a nosotros mismos como realmente somos; los magníficos seres de luz por los cuales vinimos a este mundo. Amar a los demás es, por lo tanto, amor propio. Es el acto valiente de mirarnos en el espejo de nuestra vergüenza y oscuro odio hacia nosotros mismos, la voluntad de dejarlo ir todo y la fe para caer de espaldas en los brazos de aquellos que elegimos aceptar en nuestros corazones. Visita nuestra pagina de Sexshop mayorista y ver nuestros nuevos productos que te sorprenderán!

Es de esta manera, y sólo de esta manera, que somos capaces de elevarnos como seres espirituales amorosos en el universo.