Creo que las películas románticas y las redes sociales nos están dando una percepción incorrecta de lo que debería ser el amor.
El problema es que están magnificando la parte de enamorarse e ignorando por completo la relación real a largo plazo.
Un énfasis tan alto en el comienzo de una relación tiene mucho sentido, ya que es la parte más interesante e impredecible.
Una historia sobre el enamoramiento, el primer beso, las discusiones, los celos y los errores de comunicación es muy comercializable. Nadie vería una película sobre un viaje a Ikea o sobre una pareja discutiendo sobre la limpieza de la cocina. Visita nuestra pagina de Sexshop y ver nuestros nuevos productos que te sorprenderán!
Esto crea un gran entretenimiento, pero también una expectativa errónea de lo que se supone que es el amor.
Como consecuencia, todo el mundo quiere enamorarse, pero nadie está dispuesto a amar.
Enamorarse es fácil. Confiamos en nuestros sentimientos e intuición, conocemos una pequeña parte de una persona e idealizamos el resto.
Amar es difícil. Con el tiempo llegamos a conocer a nuestra pareja y nos damos cuenta de que no coincide del todo con la versión idealizada que creamos en nuestras cabezas.
El amor es una habilidad. Requiere que nos involucremos en una introspección profunda, que aceptemos las imperfecciones de nuestra pareja, que seamos tanto maestros como estudiantes, y que seamos pacientes, solidarios y desinteresados de manera constante.
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Entender el amor
En primer lugar, tenemos que entender por qué amamos, qué evoca nuestros sentimientos, cómo nos comportamos cuando amamos y cuáles son nuestros defectos e imperfecciones.
A menudo nos enamoramos de lo que nos resulta familiar. Haber tenido una crianza amorosa con padres cariñosos es maravilloso, pero puede ser más desafiante cuando nuestras primeras experiencias involucran relaciones tóxicas, como padres discutiendo o distanciados emocionalmente.
En consecuencia, terminamos buscando parejas que se comporten de manera similar con la esperanza de encontrar un amor duradero y un final feliz para los sufrimientos que tuvimos que soportar cuando éramos niños. Esto es muy peligroso porque no podemos arreglar a las personas con comportamientos tóxicos.
Aceptamos el amor que creemos que merecemos
— Las ventajas de ser un alhelí
En su lugar, deberíamos practicar el amor propio. Nuestro pasado no debe dictar nuestro futuro, y si alguien no nos amó antes, eso no disminuye nuestra dignidad de amor ahora.
Merecemos una relación sana desde el principio, no alguien tóxico que tenemos que arreglar.
Además, debemos ser conscientes de nuestros mecanismos de afrontamiento durante una infancia tóxica y evitar repetirlos con nuestra pareja.
Por ejemplo, cerrar por completo nuestras emociones con un padre distante puede haber sido muy útil, pero no nos ayuda a encontrar un amor duradero.
Si aprendemos a amarnos a nosotros mismos, aprendemos a lidiar con los rechazos y aprendemos a amar en lugar de huir de ellos.
Debemos entender lo que significa ser amado, y no tenerle miedo. Si buscamos el amor y estamos dispuestos a trabajar por él, significa que somos buenas personas y merecemos encontrarlo.
Acepta la imperfección
Al igual que nosotros somos imperfectos y estamos lidiando con las cicatrices de nuestro pasado, también lo son todos los demás. Tenemos que aceptar que nuestra versión idealizada de nuestra pareja solo está en nuestras cabezas y abrazar todas las imperfecciones de la realidad.
Tampoco debemos esperar que nuestra pareja entienda automáticamente nuestras necesidades. Incluso si es un concepto muy romántico, nuestra pareja no lee la mente.
Nadie puede entendernos del todo, ni siquiera nosotros mismos.
Por lo tanto, no debemos esforzarnos por tener una historia de amor romántica perfecta, sino que debemos abrazar una relación real lo suficientemente buena.
Debemos aprender a comunicarnos y ser pacientes en el proceso.
Crear un ambiente para una buena comunicación requiere tiempo, pero es necesario.
Debemos aprender a formular nuestras emociones, abordar nuestras necesidades y aceptar que pueden ser necesarios múltiples intentos antes de que se nos entienda.
Al mismo tiempo, necesitamos escuchar a nuestra pareja para entender qué necesidades deben ser satisfechas por nuestra parte.
La compatibilidad es un logro del amor; no debe ser su condición previa.
— Alain de Botton
Crecer juntos
La comunicación es clave no solo para satisfacer nuestras necesidades, sino también para crecer juntos en una relación.
Amar no significa amar incondicionalmente todo de nuestra pareja. Significa admirar las fortalezas de cada uno e inspirarse mutuamente para alcanzar nuestro máximo potencial.
En consecuencia, amar requiere que seamos buenos maestros y buenos estudiantes, aprendiendo a aceptar las críticas y a dar retroalimentación amablemente.
Esto puede ser difícil a veces, ya que cuanto más invertimos en una relación, más tenemos que perder. Las debilidades que vemos en nuestra pareja se toman de manera muy personal, ya que cuestionan la validez de nuestras elecciones.
Con tanto en juego, se hace muy difícil dar o recibir comentarios constructivos. Discutir y dejar fluir las emociones es la alternativa más fácil pero improductiva.
Para evitar que esto suceda, debemos tener en cuenta las cualidades y fortalezas de nuestra pareja y aceptar las limitaciones.
Siempre debemos esforzarnos por mejorar mutuamente en una relación, pero esto solo puede suceder si ya somos felices.
De lo contrario, careceremos de la paciencia y la estabilidad emocional para ser un buen profesor y un buen estudiante.
Sé coherente
El crecimiento ocurre a largo plazo a través de la constancia y la misma constancia es necesaria para garantizar un amor duradero.
Así como cuidamos nuestra salud y damos lo mejor de nosotros mismos en el trabajo, debemos hacer lo mismo con nuestra pareja.
La comunicación abierta es difícil de lograr, pero igualmente difícil de mantener. Nunca debemos dejar de escuchar las necesidades de nuestra pareja y hacer todo lo posible para satisfacerlas.
Del mismo modo, nunca debemos descuidar nuestras propias necesidades. Debemos esforzarnos por comunicarlos de manera efectiva y ser pacientes, incluso si se necesitan varios intentos.
Nunca debemos dar por sentada nuestra relación, siempre debemos tener curiosidad por lo que nuestra pareja está experimentando y siempre estar dispuestos a aprender algo nuevo.
Todos los días debemos ser solidarios, pacientes y, lo más importante, amables.